Buscando entre mis recuerdos
encontré un cuadernillo con papeles muy importantes que marcaron mi vida y de
alguna manera hicieron reflexionar sobre lo que estaba pasando conmigo y poder
sobrellevar mi adolescencia. Sé que hoy en día todos los jóvenes son muy
liberales y tal vez más rebeldes; de alguna manera este mundo se está volviendo mas loco.
LEY
DE COMUNICACIÓN PROFUNDA
UN
PARÁMETRO FIEL PARA DETERMINAR LA CALIDAD DE UNA FAMILIA ESTÁ DADO POR EL
NÚMERO Y FRECUENCIA DE CONVERSACIONES SERIAS ENTRE SUS MIEMBROS.”
EXISTEN TRES
FORMAS DE CONVERSAR:
Primer nivel
de comunicación.- (Superficial).
Se utiliza para comentar asuntos sin sustancia ni trascendencia. Es el tipo de
plática que se da entre gente que se conoce pero no se estima. En este nivel
trivial es fácil insultar, vituperar o criticar sarcásticamente, por lo que con
frecuencia se comete el error de herir a quien nos habla con mayor profundidad.
Nada es más dañino en la familia que una constante comunicación superficial.
Segundo
nivel de comunicación.- (Social).
Participa uno en él cuando se comentan ideas, experiencias, vivencias o
inquietudes personales en forma fría y calculada, sin involucrar sentimientos.
Tercer nivel
de comunicación.- (Profundo).
Sin máscaras ni escudos. Se da sólo entre personas que se quieren, y al
acaecer, se abre el cofre del tesoro en el que se guardan las dudas, temores,
los anhelos, dolores, tristezas, gustos, quereres. Un cofre que debe estar
siempre abierto para nuestra familia.
Durante
mis casi 16 años de vida me he dado cuenta de que no soy una buena hija y sé
que no es solo mi culpa, sino porque ninguno de los elementos antes leídos se
toman en cuenta en mi familia. Estoy atravesando la etapa más difícil de mi
vida, en donde debo aprender a independizarme y hacer que mis padres entiendan
que yo ya no soy una niña. La adolescencia, la etapa más difícil y hermosa
que atraviesa todo ser humano; para mí es simplemente un infierno. Muy seguido escucho a
mis padres discutir por razones absurdas como la falta de dinero, sin darse
cuenta me están dando su ejemplo de vida, un ejemplo inmundo; rompiendo
así la ley del amor incondicional , la cual es muy importante para toda
familia.
Mi
familia solo se limita a una comunicación superficial y social, mas nunca se
han esmerado por llegar hasta mí, creando solo así un mundo de soledad .
Una
comunicación profunda lo que más necesito y lo que más anhelo tener con mis
padres, pienso que sería mejor llevarla con mi madre de mujer a mujer pero no
es así. Sé también que no demuestro mi cariño hacia mis padres, pero solo he ido suprimiendo mi existencia..........
Pasa el tiempo y solo me encierro en mi habitación, me he vuelto rebelde, solo me enojo con mis padres. La falta de comunicación me esta llevando a la soledad. Sin darme cuenta me estoy encerrando en un mundo de tristeza, amargura y dolor, donde mis muros son impenetrables por las personas que amo, pues me he guardado todos mis sentimientos.
Cada día estoy mas ausente, siento que estoy cayendo a un vacío sin fin. Me he estado refugiando en una persona que jura amarme, pues en mi hogar solo siento frialdad.
Enamorarme en esta etapa de mi vida fue hermoso, conocer el amor y a la vez, lo amargo y doloroso que puede ser la decepción. Estoy cayendo; solo me encierro y me ahogo en mi propio llanto, me siento herida, destrozada...
Mamá? ... donde estás?... necesito de tu consuelo...
Papá?...
necesito de tu protección...
Me
encuentro aquí en la habitación de a lado, estoy gritando y pidiendo
su consuelo, no me escuchan? son gritos de dolor ... me siento deshecha...
Dios!!! porque duele? , solo quiero arrancarme el corazón!
Han pasado semanas, mi familia no me toma en cuenta, así que sigo refugiándome en mi habitación, estoy sanando mis heridas; pero he pensado en la muerte muchas veces, todo estaría mejor si dejara de existir?.
Entre mi encierro encuentro una luz, nunca imaginé que alguien sería capaz de preocuparse por mí, siempre estuviste ahí, no te quise ver, fuiste tu quien me dio una luz de esperanza y me hizo ver que vale la pena vivir.
Dios me diste fuerzas, estaba cayendo y me sujetaste. Acabo de salir de mi encierro, rompí mis barreras y me encuentro aquí frente ustedes mis padres, leyendo esta carta, porque quiero ser escuchada.
A pesar de la indiferencia, de que siempre me quise acercar a ustedes y me ponían barreras, estoy aquí para decirles que nadie es perfecto, que sé que también he cometido errores, pero hay que aprender de ellos.
Mamá, Papá los amo mucho sé que no lo he demostrado, pero ténganlo siempre presente. Ahora es momento del cambio .