Hola queridos lectores, ésta es una obra que de alguna manera ha logrado que muchos se identifiquen con ella, más aun las mujeres, las que siempre están pendientes de su físico y solo quieren la perfección, pero al final sólo logran caer en un circulo vicioso.
Este libro puede tratar de muchas cosas pero inexorablemente hablará acerca de mí. Siempre es más fácil contar las cosas desde el punto de vista propio. Quizás también por eso me ayudé con conversaciones, emails, etc, para que no suene tan serio, ni tan oficial, ni nada. Este no es el DSM-IV ni mucho menos, es simplemente una versión menos estructurada y ajustada de la realidad, de los temas álgidos que con el tiempo envenenan a los adolescentes y a los no tanto. Sí voy a hablar a veces en términos médicos, no porque haya estudiado medicina sino porque me tocó vivirlo, sufrirlo, sangrarlo, vomitarlo. Que a propósito, mejor aprovecho este lugarcito para prologar que sí, a veces soy bastante autosuficiente, egocéntrica y soberbia a la hora de escribir. Y que por cierto creo que sé más acerca de anorexia y suicidio que los
psicólogos y los médicos que intentaron ayudarme. No es necedad. Es simplemente que creo que la experiencia no es transmisible… y que aunque yo haya leído muchas veces que tal dolor es punzante, nunca en mi puta vida sentí una punzada. Entonces, que no me vengan a hablar a mí de los síntomas ni de lo que tengo que sentir o hacer, porque ya tuve suficiente. Y que sí, quizás con el correr de las hojas algunos de ustedes elijan devolver el libro y cambiarlo por uno de cuentos infantiles, otros les prohibirán su lectura a los petite-lectores y muchos, muchos otros se rascaran sus partes con mi libro. I couldn‟t care less. Eso es lo que tengo para decir. Simplemente escribo esto como método terapéutico. No, ese es el speech que tengo preparado en caso de que mi libro arme algún tipo de revuelo en los medios (ya quisieras…). Pero mi historial dice que soy transgresora: un fotolog y una pagina web ya se encargaron de hacerme “famosa”. Argh, por favor, abandoná este personaje que no deja de auto complacerse/ halagarse/ amarse porque nadie lo cree! ¡Nadie lo compra! Ok… lo que quiero dejar en claro es eso: no busquen definiciones ni dogmas en mi libro. ABZURDAH no es solamente lo que dicen los libros de medicina, psicología, psiquiatría o demás avechis(y no es por desacreditar a médicos y etcéteras, eh?). Pero, como dije antes, ABZURDAH es más que un puñado de definiciones. Tengo mucho que contar, fue mucho lo que sufrí. Bueno… “sufrí”. Irónicamente hay quienes eligen estar enfermas y llega un punto donde hasta disfrutas de ello, pero ahora es temprano para hablar de esas cosas.Por el momento solo diré que este no es un libro fácil. No respecto de su lectura, que a decir verdad es bastante insípida, pero sí en cuanto al tema y al punto de vista desde el que se mira. Aunque debo decir que con el correr de los años y de las páginas el punto de vista de quien escribe se fue corriendo grados y graditos más a la derecha o a la izquierda dependiendo de la emocionalidad predominante. Pasado en claro: es jodido. Toca temas jodidos. Y si no estás dispuesto a leer cosas jodidas, andá a la librería, cambialo y que seas feliz con Charles Perrault. Yo no soy la Cenicienta, ni Hansel y Gretel. Soy más bien el lobo. Un lobo confundido, ultrajado y autodestructivo.
Soy útil, fiel, inútil, inteligente, puta, alegre, obsesiva, virgen, hermana, hija, prima, novia, amante, amiga, compañera, confidente, traidora y leal entre otras cosas. Ese es mi modo operativo, así soy: absurda. Me entiendo en mi desorden, en mi incoherencia. Soy todo, depende del día. Soy absurda. Soy lo que el mundo quiere que sea. Entiendo mis necesidades y que Alejandro me circunda. Entiendo que mi necesidad es él. Que sin dolor no existo, que me consume la melancolía.
Absurda porque viví límites desesperados: me tocó un amor obsesivo, perjudicial. Me tocó tocar la muerte tan de cerca hasta perderle el respeto. No me asustó morir: me aterrorizó seguir despierta. Me pregunté cuántos años más iba a vivir, no por miedo a desparecer sino hasta con necesidad de ello.
¿Qué es normal? Amarte tanto y sin explicaciones, sin silencios. Con esta tristeza profunda e interminable. Eterna, siempreviva. Una melancolía inmortal hasta en los momentos de júbilo. Tristeza que no me abandona, que me ahorca, que me ahoga y aún así no me mata. Quererte tanto hasta volverme loca, perder identidad para cumplir tus deseos, llenarme de tus peticiones…
…y deseando profundamente que el sentimiento desaparezca. Mirándome inexistente cuando por fin la melancolía se va. Rogando que vuelva la tristeza: quiero por lo menos sentir algo. Y algo incluye dolor. Peor que sentirse mal es no sentirse. Y ya no siento.
Si quieres leer el libro, aquí te dejo el enlace:
DESCARGAR CIELO LATINI ABZURDAH
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